dimecres, 21 d’octubre del 2009

La guitarra no puede cantar sola

Que callada estás…
Ahí,
sola en un rincón
la guitarra resta en silencio.
¿Dónde están sus notas?
¿Dónde sus acordes?
¿Dónde su canción?

La guitarra no puede cantar sola.
¿Dónde están las manos, dónde sus caricias?
¿Y los dedos que arrancarán la melodía?

Qué callada estás…
Ahí,
sola en un rincón
el alma resta en silencio.
¿Por qué calla?
¿Dónde está su pasión?
Quizás anda perdida,
sin rumbo,
girando sobre sí misma,
buscando en un laberinto la salida,
una luz.

¿Y la fe?
¿Dónde está su fe?

El alma no puede cantar sola.
¿Dónde está su diós?


20 de octubre de 2009

¿Por qué no me lo dijiste?

Volvería sobre mis pasos
para decir tantas cosas
y quizás callarme muchas más.

Volvería sobre mis pasos
para poder crecer de nuevo,
para encontrar una nueva realidad.

Volvería para buscarte
y amarte
y no soltarte jamás.

Para cantar hasta el alba,
para leer de nuevo aquel final.

Regalar una sonrisa,
respirar de nuevo
y vivir…
sobretodo vivir.

Volvería sobre mis pasos
para encontrar los fallos,
para detener el tiempo,
para poder querer,
amar,
desear.

Volvería sobre mis pasos
si no supiera que el camino
dejó de existir,
que no se puede volver atrás
y que solo existe el hoy
y que el mañana tan solo es un sueño,
una esperanza,
una ilusión.

¿Por qué no me lo dijiste
antes de echarnos a andar?

Volvería sobre mis pasos
si no supiera que el camino
dejó de existir.


20 de octubre de 2009