dimarts, 28 d’octubre del 2008

Dame tu mano

Mi mano siempre está a punto
para enlazarse con la tuya.
No importa las veces que caigas:
soy viajero incansable de este camino
que juntos estamos recorriendo.
Así que dame tu mano
y levántate de nuevo.
Yo te sostendré.
Te cargaré a mis espaldas
y caminaré por los dos
si es necesario.
No importa la distancia.
Juntos llegaremos
donde nuestras miradas fijen el destino.
Porque el amor es nuestro aliado,
el verdadero combustible
que nos empuja siempre adelante.

9 de febrero de 2008