dimecres, 15 d’octubre del 2008

Indefenso

Ayer te vi tan indefenso…
Quise llegar hasta ti,
dejarlo todo,
estar junto a ti.
Pero las malditas cadenas
no me dejan correr.
Las cadenas.
Siempre las cadenas.
Cada eslabón se aferra a mí,
se incrusta en la carne,
en el espíritu.
Y cuanto más afán pongo en avanzar,
más fuerte es su resistencia.
¿Cómo desprenderse?
¿Cómo deshacerse de tantas cosas
que se me antojan imprescindibles?
¿Cómo olvidar estereotipos y prejuicios?
¿Cómo alejarse del miedo?
Quizás tú indefensión
sea el camino.